Con ocasión del “Día colombiano de los Derechos Humanos”, adoptado mediante la ley 95 de 1985, con la presencia del Dr. Rubén Darío Montoya Mejía, Defensor del Pueblo Regional Bogotá, y una selecta delegación de la Defensoría se conmemoró en el colegio Técnico Comercial Manuela Beltrán esta efemérides con un acto solemne en el que la Rectoría condecoró al señor Defensor con la Gran Cruz de Oro Manuela Beltrán. Dentro de la programación se presentó el grupo de danzas de la institución y al finalizar tomó la palabra el profesor Guillermo Aníbal Márquez Cristo, quien solicitó la intervención de la Defensoría para lograr la terminación de la construcción del colegio y así poder garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los estudiantes de la institución y el derecho a la vida de toda la comunidad educativa. Estas fueron sus palabras:
El Dr. Rubén Darío Montoya Mejía, Defensor del Pueblo Regional Bogotá, es condecorado por el Profesor Guillermo Márquez, quien lidera el Proyecto de Derechos Humanos del Colegio Foto tomada de la página web de Secretaría de Educación de Bogotá Vea información completa haciendo cliq aquí |
Doctor Rubén Darío Montoya
Mejía, Defensor del Pueblo Regional Bogotá
Dra. Maritza Díaz Amaya,
Defensora de Derechos.
Señora Rectora, Doris Stella
Vergara de Monsalve
Señores Coordinadores,
Compañeros docentes, jóvenes estudiantes.
Nuestra institución fundada
hace 98 años, fue uno sino el más antiguo de los colegios femeninos oficiales
de Bogotá, y desde hace ya varios años, en cumplimento de las normas de
inclusión fue convertido en colegio mixto. Estamos próximos a cumplir 100 años
de labores ininterrumpidas aportando a la sociedad de la capital de la
república y del país un gran número de bachilleres técnicos que contribuyen
desde diferentes sectores de la economía al desarrollo económico del país a
pesar de los exiguos presupuestos otorgados por la Secretaría de Educación.
Buena parte de nuestro
presupuesto incluyendo los mejores salones son destinados a la articulación con
el programa del SENA, sacrificando en gran medida el desarrollo de los
programas propios del colegio y no contamos con una redistribución de recursos ni
por parte del SENA, ni la Secretaría de Educación Distrital, y menos del
Ministerio de Educación Nacional.
Afrontamos un problema
gravísimo por el estado del 100% de la planta física de la Sede B (en la calle
26) y aquí en nuestra Sede A, solo contamos con sólo un 35% del edificio en
condiciones de seguridad, además atendemos estudiantes no solo de la localidad
de Teusaquillo, y por ser un colegio de ciudad, atendemos sin ninguna
discriminación estudiantes de todo Bogotá, esto implica enfrentar un estado de
hacinamiento sobrepasando la capacidad instalada lo que hace más grave la
situación de riesgo para todas las personas que formamos parte de la comunidad
educativa.
¿Cómo ofrecer así una educación
de calidad? El mundo desarrollado comprendió muy pronto y hace siglos, que la
buena educación significa que verdaderamente el niño, la niña y el joven puede
desarrollar sus potencialidades, porque la estimulación intelectual y de la
voluntad es lo que los hará libres, los inmunizará contra el desempleo y la
pobreza y les proporcionará el ascenso socioeconómico al que tienen derecho.
Cuando no se hace así, se burla nada menos que la Constitución que nos rige, que declara la
importancia de la educación para el bien del país. Y esto es lo que nos pasa, se
está burlando la constitución y vulnerando el derecho a una educación de calidad para estos niños,
niñas y jóvenes que no cuentan con un
edifico adecuado y seguro para desarrollar su proceso educativo y además a
diario exponen sus vidas al permanecer en las instalaciones.
Algunos políticos hablan
constantemente de dignidad humana, de derechos humanos, de la importancia de la
educación, pero no es frecuente encontrar a uno solo de ellos consecuente con
sus dichos, todos prometen educación gratuita y de calidad para todos. Faltan a
la verdad porque no tienen idea alguna de lo que están hablando, porque la
pobre ideología política que sostienen está diseñada para favorecer a grupos
determinados, porque carecen de filosofía del poder, porque el engaño y el
aprovecharse de los electores es su triste negocio; porque los maestros han
sido dejados solos con la enorme obligación de enseñar a los niños de Colombia.
La
falta de voluntad política para garantizar el derecho a una educación de
calidad es parte del maltrato a los
derechos humanos, y aquí debo recordar al maestro Eduardo Galeano, cuando en su
documento “Ni Derechos Ni Humanos” que invito a leerlo en Manuela al día, afirma
que “en la declaración Universal de Derechos Humanos no figura el derecho a la
indignación, que es lo menos que la dignidad humana puede exigir cuando se la
condena a ser indigna, ni el derecho a luchar por otro mundo posible cuando se
ha hecho imposible el mundo tal cual es”.
Estas dificultades no han
impedido que a lo largo de la historia nuestro colegio se haya destacado por el
respeto y la defensa de los derechos humanos, atendemos estudiantes de grupos
minoritarios y en ocasiones discriminados
por la sociedad como indígenas, afrodecendientes, población LGTBI, reinsertados,
desplazados, no oyentes, etc. Con el
apoyo de Entidades externas como la Corporación Opción Legal, la red Juvenil
Ubuntu, la OCE, la Cooperativa de Trabajadores de Cundinamarca –COOTRADECUN- Tenemos
un Semillero de Líderes en Derechos Humanos y un colectivo de estudiantes
comprometidos con generar espacios de convivencia que manejan jornadas de
reflexión y creación los libros: “¿Qué pasa en el Colegio?” del cual estamos
lanzando el segundo volumen, que queremos compartir con toda la Comunidad y del
que haremos entrega a la Defensoría del Pueblo en el día de hoy. En cuanto al
Gobierno Escolar, estamos generando espacios de reflexión, para implementar
proyectos de Auto-gobierno y Co-gobierno con el objetivo de garantizar la
verdadera democracia participativa en los procesos escolares. Además celebramos
un foro anual de Derechos Humanos y no Violencia Contra la Mujer que en este
año llega a su cuarta versión, sin embargo por hechos aislados como el cruel
asesinato de nuestra estudiante Rosa Elvira Cely, somos estigmatizados y
discriminados hasta por las mismas autoridades públicas.
A pesar de no contar con una
planta física acorde a las necesidades
del colegio, si contamos con un dedicado trabajo de gestión liderado por la
rectoría y con un equipo de docentes comprometidos en los procesos pedagógicos
de calidad, es así que el Colegio ha sido
galardonado con varios premios distritales y nacionales como el galardón
a la Excelente Gestión Escolar en el 2010 y el Premio Santillana en el 2011,
entre otros.
Pero a pesar de toda le
gestión, de las múltiples invitaciones realizadas a los últimos alcaldes de la
ciudad, a sus secretarios de educación y a los Concejales del Distrito para que
nos visten y se enteren de nuestras dificultades, no hemos podido ser
escuchados y el problema de deterioro de las edificaciones cada vez se hace más
grave y los riesgos mayores.
Es probable que mis palabras
sean consideradas como un memorial de agravios, pero están lejos de serlo, la
intención es que sean consideradas como un memorial que clama por los derechos
de las y los estudiantes, maestras y maestros de este ya centenario colegio,
por eso invito a todos incluyendo padres de familia que asumamos con vehemencia
nuestro derecho a la educación y al trabajo en condiciones de dignidad y unamos
esfuerzos para conseguir que la administración distrital o nacional priorice en
su presupuesto los recursos necesarios para la terminación de esta sede del
colegio y la total adecuación de la Sede B.
Señor Defensor del pueblo, muchas
gracias por llegar hasta este colegio, a escuchar nuestro clamor y
respetuosamente, amparados en la norma constitucional establecida en el Art.
282 de la Carta lo invitamos a que se constituya en abanderado de nuestra causa
por la construcción del Colegio, teniendo como base la defensa de la vida y de
dignidad humana de las y los estudiantes, maestras y maestros por cuanto es
imposible garantizar este derecho si el 65% de la planta física del colegio no
reúne las condiciones mínimas de seguridad y además no contamos con biblioteca,
ni aulas especializadas para artes, no contamos con talleres para la modalidad, no tenemos comedor escolar a sabiendas que
los curso 10 y 11 permanecen en el colegio 10 horas al día y no tiene donde
almorzar y muchos llegan en ayunas, no tenemos un auditorio y no hay baños suficientes
para el número de alumnos, los espacios de recreación son muy precarios, en
general no tenemos el edificio ni las dotaciones adecuadas y necesarias para
garantizar ese derecho inalienable a la educación de calidad para nuestros
estudiantes.
Ante la negativa de escucha y
abandono por parte de la Secretaría de Educación y ante la imposibilidad de un diálogo
que dé solución al grave problema estamos solicitando que la Defensoría del
Pueblo apoye nuestra justa causa y que los estudiantes, padres de familias,
docentes y directivos docentes y administrativos que integramos la comunidad
educativa del Colegio Manuela Beltrán, nos declaremos indignados y asumamos
acciones simbólicas desde nuestra comunidad para restaurar ese derecho a la
vida y a la educación con dignidad y calidad.