Malos y buenos negocios
Por: Alfredo Molano Bravo
Excepciones habrá, pero la educación privada es un gran negocio.
En dos años un kínder de garaje se vuelve un colegio con edificios, campos deportivos, laboratorios y certificaciones internacionales. Meritorio, sin duda, el sacrificio de los padres de familia que han empeñado hasta la camisa para que los niños estudien.
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