100 AÑOS CONSTRUYENDO NACIÓN Y NO TENEMOS EDIFICIO. ¡INDÍGNATE! ¡INDÍGNATE! ¡INDÍGNATE!

lunes, 22 de febrero de 2010

PROCESOS ELECTORALES


A propósito de los procesos electorales

La hora de las decisiones

Guillermo A. Márquez Cristo

Los griegos desde el siglo VII a. C., consideraban la libertad como valor indispensable para participar de la democracia, y para ellos el ser ciudadano implicaba la participación el el gobierno de la Ciudad-Estado. Solamente respetaban y cumplían las leyes que autónomamente ellos mismos aprobaban. Para llegar a tener autonomía, se necesitaba vivir en la verdad, en la realidad de la vida, es necesario aceptar que nuestro destino está en las manos de cada uno, es decir en las decisiones que tomemos.

En caso de no utilizar la opción de tomar nuestras propias decisiones en la vida, utilizando nuestra autonomía y poder de decisión, quiere decir que nos gusta sentirnos víctimas de las circunstancias, de la familia, del gobierno, o del sistema, o en le mejor de los casos de la suerte si es que existe.

La posición del triunfador es la de forjar su propio destino. Si tomamos esta posición, elegimos libremente y con responsabilidad nuestro destino, el de nuestra familia, y el de nuestra sociedad. La autonomía para decidir es una facultad propia del hombre racional y libre.

Ahora, llega el momento de conformar el gobierno escolar y mañana el de conformar el nuevo congreso de la República es la hora de aprovechar los espacios, eligiendo libremente nuestros representantes.

La ley nos ha dado los espacios de participación democrática, no podemos ser neutrales e indiferentes, la neutralidad es una mentira y la indefinición es de cobardes. Las personas que dicen ser apolíticas en realidad están castradas. Uno no puede ser neutral ni indiferente ante el asesinato, ni ante la corrupción. No podemos ceder estos espacios a los incapaces ni a los enemigos de la participación democrática, no podemos doblegar nuestra voluntad y tomar las decisiones por conveniencia personal, no podemos dar nuestro voto a quien nos ofrece un cupo en el SISBEN, un tamal o un auxilio de familias en acción.

Hay que votar. Hay que votar responsablemente, pensando en el bien común lo contrarios es entregar nuestro futuro a las oscuras fuerzas que han mantenido a la comunidad y a la sociedad en el ostracismo político. Seamos autónomos! Seamos libres! Elijamos responsablemente para no tener que aceptar los que no queremos.

NOTICIAS BICENTENARIAS

REAPARECEN DENUNCIAS SOBRE EL CONGRESO

Apartes de la Editorial del periódico “El Censor”, publicada en Bogotá el jueves 23 de noviembre de 1826. Pág. 6


“Uno de los negocios que por su importancia debe ocupar los cálculos y meditaciones de los políticos actuales, es la posibilidad de reunirse el Congreso el 2 de Enero del entrante año de 1827. (…) Los pueblos de Colombia obedientes siempre a sus instituciones, nombraron en el año de 1825 sus senadores y representantes, con la esperanza de que obrasen el bien y mejorasen su condición. [Sin embargo] la mayor parte de sus miembros solo se han ocupado de sus propios intereses y de subordinar a sus miras el influjo, el poder, y hasta el honor que da la representación. Quería alguno hacer un buen negocio con cartas de crédito del gobierno? Al momento presentaba un proyecto de Ley, decretando empréstito de 15 o más millones para amortizar la deuda doméstica”.

Comentario de actualidad.
Y en el 2010, año del Bicentenario de la Independencia, qué leemos en los periódicos sobre el Congreso de la República? Qué más del 30 % de sus miembros están cuestionados e investigados por participar en parapolítica? Que la mayoría de congresistas vende su voto por un plato de lentejas, que defienden la politiquería, la injusticia, la corrupción? Que violan la Constitución y la Ley?
Y la pregunta para la reflexión: ¿ Qué debemos hacer los colombianos de bien para salvar el Congreso?

lunes, 15 de febrero de 2010

NOTICIAS BICENTENARIAS

¿Qué tanto queda de aquello que llamamos independencia?

Mauricio Rodríguez Amaya.

Integrante del Equipo Pedagógico del CADEL de Teusaquillo

No había bajado el alborozo por la patria nueva, cuando los caudillos criollos repletos de medallas y laureles, se aprestaban a imponer las banderas de los Estados Unidos en las nuevas naciones. Bolívar observó con desamparo la treta que se fraguaba contra la libertad, y preocupados por su reacción, los nuevos lacayos planearon su muerte. Escapó el padre de la Gran Colombia a la intentona homicida, pero no pudieron nuestros pueblos frenar el espíritu entreguista de una estirpe demasiado enseñada a obedecer y sumamente preocupada por expandir sus fortunas aún a costa de las patrias libres. Santander nos endeudó hasta siempre con el Norte; Mariano Ospina Rodríguez promovió una frenética campaña de anexión a los Estados Unidos, que de no haber sido por la intervención histórica del General Mosquera, seguramente habría consumado su genuflexo idilio. Rafael Núñez trajo a los marines de la patria gringa para defender su degenerada regeneración y el favor fue pagado años después por otro conservador de bajo cuño: José Manuel Marroquín, quien pagó con Panamá los favores recibidos por el gobierno Yankee durante el exterminio fratricida de guerra de los mil días. Tras las bayonetas vinieron las multinacionales y con ellas la expoliación de la madre tierra y el hambre para los colombianos. Incontables son las maniobras entreguistas de los gobiernos de turno durante el siglo XX, salvo contadas excepciones. Militarismo, dominación de la economía e ideología del consumismo, son las principales consecuencias de la entrega al poder imperial de los Estados Unidos de Norteamérica. Solo por esto días el títere de turno ha entregado las bases militares en manos extranjeras, necesarias para preparar sus nuevas aventuras contra los gobiernos que en esta porción del continente trabajan por hacer posible el sueño de Bolívar y Nariño, San Martín y Manuela. Tenía razón Iriarte al plantear que las republiquetas que nacieron de nuestra independencia se parecen a sus genuinos fundadores. Si se parecieran a Nariño y a Bolívar, serían los Estados Unidos de Hispanoamérica.

La libertad está en ciernes; estamos amarrados al empréstito externo, y con este se manipula la política y el pensamiento. Las escuelas se empeñan por repetir las doctrinas que conducen al destino manifiesto, la televisión goza con la copia y los gobiernos se entregan antes que les pidan. Por eso, el bicentenario es una época para conmemorar aprendizajes y derrotas, de vivas victoriosas y lágrimas de muertes y tristezas. La época del bicentenario es para pensar sobre lo que hemos hecho con la patria de Nariño y Galán, Santander y Policarpa, de Caldas, de Torres y doña Antonia Santos. Vale la pena pensar si hemos hecho lo honrosamente correcto con la obra de la independencia, si hemos hecho de la patria el hogar deseado y el terruño que ofrecerá la sabia de nuestros nietos y bisnietas. La época del bicentenario es también una oportunidad para mirar el presente, no con la vista puesta en las fiestas de reverberaciones sobre lo acontecido hace ya tantos años, sino con la mirada en el futuro, que es el futuro de la humanidad. La época del bicentenario debe servir para reflexionar si nuestro pueblo tiene la dimensión histórica del reto que le corresponde, en medio de una patria mancillada y dolida por los azotes del tirano de turno o del protervo imperio que los manda.

Recuperar el camino de la independencia, no es cuento del pasado ni oblación de héroes: es el compromiso de quienes soñamos con un mundo libre de las tiranías remotas y cercanas, es nuestro compromiso con una generación que aspira abrazar la naturaleza como a nuestra propia madre y percatarnos que la hemos abandonado en manos avarientas y toscas al calor y al amparo. Volver a pensar la independencia, es cuestión de orientar la mirada en el horizonte, donde está la esperanza.

Otros escritos del autor en http://.bajolamole.blogspot.com


lunes, 8 de febrero de 2010

DESARROLLO

Desarrollo: El Reto
El total de seres humanos que vive con menos de un dólar al día o menos, ha crecido de 1.200 millones en 1987 a 1.600 millones en la actualidad y, si continúan las actuales tendencias, alcanzarán los 1.900 millones para 2.015. “La pobreza no se define exclusivamente en términos económicos, también significa malnutrición, reducción de la esperanza de vida, falta de acceso al agua potable y condiciones de salubridad, enfermedades, analfabetismo, imposibilidad de acceder a la escuela , a la cultura, a la asistencia sanitaria, al crédito o a ciertas bienes”. En las diferencias en el consumo aparecen con mayor claridad las desigualdades; por cada unida de pescado que se consume en un país pobre, en un país rico se consumen 9 ; para la carne la proporción es 1 a 11; para la energía 1 a 17; para las líneas de teléfono 1 a 49; para el uso del papel 1 a 77; para automóviles 1 a 145. El 65% de la población mundial nunca ha hecho una llamada telefónica… y el 40% no tiene ni siquiera acceso a la electricidad. Un dato del consumo que impresiona particularmente, y que resume muy bien las desigualdades, es que un niño de un país industrializado va a consumir en toda su vida lo que consumen 50 niños de un país “en desarrollo”. ¿Y que podemos decir de las diferencias en educación? o de la Salud? Millones de niños siguen sin acceder a la alfabetización y a la salud básica. La prosperidad de un reducido número de países no puede durar si se enfrenta a la extrema pobreza de la mayoría. De hecho, estudios fiables de muy diversa procedencia (PNUD, Banco Mundial) prueban que se podrían erradicar la pobreza extrema, con sus secuelas de enfermedad, hambre, analfabetismo con inversiones relativamente modestas. Por ejemplo, se sabe que con un gasto adicional de únicamente 13.000 millones de dólares se resolverían los problemas de salud y nutrición de l conjunto de la población mundial. Con 9.000 millones más habría agua y saneamiento para todos. La escolarización de todos los niños y niñas supondría un coste adicional de 6.000 millones. Y con 12 mil millones se haría frente a problemas de salud reproductiva que ayudarían a regular la demografía. En total, tan solo unos 40.000 millones de dólares. Según eso, con el 5% del gasto militar mundial se cubrirían todos los gastos imprescindibles para mejorar el nivel de vida de todos los habitantes del planeta. Esto es tanto como lo que Estados Unidos invierte anualmente en la guerra contra Irak..

NOTICIAS BICENTENARIAS


Viejas advertencias sobre el poder autoritario

Tomado del periódico El Censor No. 3. P. 10. Publicado Bogotá el domingo 26 de noviembre de 1826. (Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango)

Ya habréis sabido (…) que toda la república ha sido declarada en estado de asamblea (…) y que el poder ejecutivo ha empezado a hacer uso de las facultades extraordinarias del artículo 128 de la constitución; pero yo no alcanzo a comprender (…) si pueden ejercerse esas facultades extraordinarias para eliminar esas mismas condiciones y restricciones que se han establecido para su uso. (…) El presidente de Colombia, por ejemplo, no podrá, por muy grande que sea la autoridad en él depositada, destruir el gobierno republicano y proclamar el de la España; tampoco podrá variar las bases que hemos adoptado ni destruir la libertad civil de los colombianos porque esto seria tornar las armas contra el mismo que se las dio.”

Con estas reflexiones, el editorialista del periódico bogotano “El Censor”, admirador de Bolívar, prevenía al libertador el 26 de noviembre de 1826, sobre medidas autoritarias y dictatoriales, en la recién fundada república de Colombia.

Comentario de actualidad:

Las circunstancias que vive Colombia doscientos años después del llamado proceso de independencia, son similares o peores a las expresadas por el editorialista del “El Censor”.

Muestras de severo autoritarismo vemos todos los días a nivel nacional con el detrimento del respeto a la constitución y la ley.

lunes, 1 de febrero de 2010


La cartelera de los sapos

Por: Catalina Ruiz-Navarro (Tomado de El Espectador, 31 de enero de 2010)

“Hemos tomado una decisión, vincular a través de la Fuerza Pública a mil jóvenes universitarios de Medellín como informantes del Ejército” anunció el miércoles el presidente Uribe. Al parecer la delincuencia de Medellín, en la zona metropolitana, solo puede reducirse con la ayuda de un ejército de sapos.

Los primeros en pronunciarse frente a una medida tan atroz fueron los de la Asociación de Institutores de Antioquia, ADIDA, que agrupa a los docentes del departamento, quienes señalaron que esta medida pone a los estudiantes como blanco de los grupos criminales. Esto último es el problema más inmediato: unos estudiantes que por 100mil pesos van a arriesgar su vida y su buen nombre; como si Uribe pudiera pedir mil estudiantes a cien mil cada uno, y por esa módica suma hacerlos desfilar hacia el matadero, como si fueran ganado.

Según algunos candidatos presidenciales, como Martha Lucía Ramírez, la medida beneficiará a los estudiantes, que por estar sapiando estarán muy ocupados como para consumir drogas, y que por eso, la medida debía extenderse a las comunas, acaso un tris mas salvajes que el área metropolitana, quien quita que bandas de delincuentes y jóvenes sapos se autodestruyan y así el gobierno sale de ese problemita.

Un sapo es una persona que mete la lengua, pega la oreja y manda la mano donde no debe, y es tal vez de lo mas deplorable de la fauna humana. Hay una diferencia muy grande entre denunciar un delito y sapiarlo. Los denunciantes, actúan desde una motivación y una ética propias, su idea de bien es su única motivación, por lo tanto, es una motivación individual. A los sapos en cambio, no puede importarles menos si lo que informan es o no es un delito, lo que les interesa es su beneficio ulterior, esos cien mil pesitos que a duras penas alcanzaran para una rumba y un cuarto de motel, y en el mejor de los casos, para ayudar en la casa, aun cuando conviertan a su familia en blanco de la delincuencia.

Además, una cultura de sapos no es ni segura ni democrática. Genera desconfianza, paranoia, divide, glorifica eso de vender los principios al mejor postor, y el malo no es quien hace algo incorrecto según mis parámetros, sino quien contraviene a quien me paga. Ninguna cultura de sapos ha salido bien parada, invariablemente la gente termina acusando inocentes por los beneficios de la denuncia, pasó en la inquisición, ha pasado en varias dictaduras, y ahora pasará en Colombia, donde ser sapo, en realidad, solo paga para Manolo Cardona.

Infiltrarse es trabajo de los policías, los estudiantes deben estudiar, porque la educación y las oportunidades es lo que acaba con la delincuencia, no los señalamientos. Concentrarse en ser excelentes, en desarrollar un pensamiento crítico y propio, eso es lo que puede mejorar este país a futuro, pero este gobierno no solo no hace de la educación una prioridad sino que además interfiere con su buen desarrollo, porque muchos de esos sapos, no alcanzarán ni a pasar al tablero.