100 AÑOS CONSTRUYENDO NACIÓN Y NO TENEMOS EDIFICIO. ¡INDÍGNATE! ¡INDÍGNATE! ¡INDÍGNATE!

lunes, 11 de noviembre de 2013

Semana 40. Reflexiones y Actividades. Noviembre 11 a 15 de 2013


 Pan y Circo
para el Pueblo
Guillermo Aníbal Márquez Cristo
“Se debe entretener al pueblo en la épocas convenientes del año con fiestas y espectáculos; es decir, si al pueblo se le da pan y circo, no tendrán tiempo de razonar sobre otras cosas por estar entretenidos y se dispondrá del poder a su conveniencia”
Nicolás Maquiavelo
VVarias veces hemos escrito en esta página sobre la manipulación de la información por los medios de comunicación y hemos dicho que la base de la censura moderna consiste en inundar las informaciones esenciales con un diluvio de noticias insignificantes difundidas por una multitud de medios de comunicación social con contenidos similares. Esta estrategia del entretenimiento y distracción se aplica en primer lugar a los noticieros televisados, principal fuente de información pública.
Los noticieros televisados encadenan en desorden temas heterogéneos y de importancia desigual (un hecho diverso, un poco de política, deportes, un tema social, otro hecho diverso, un caso de corrupción, farándula, de nuevo política, etc.), como si el objetivo buscado fuera obtener la peor memorización posible de las informaciones para el público, Una población amnésica es de hecho más fácil para manipular…
Para reafirmar esta apreciación, hoy tenemos como ejemplo el reinado de las féminas colombianas en Cartagena al que no solo se le da una cobertura desproporcionada sino insultante para la mayoría del pueblo colombiano que se muere de hambre o vive en precarias condiciones de salud, traspasando el umbral de la pobreza y la indigencia, con el derroche y el lujo que se registra y que únicamente sirve de escaparate para un minúsculo número de mujeres con alguna bella pero huecas por dentro y para el enriquecimiento de quienes patrocinan y organizan este despropósito social.
Somos un pueblo indolente y negligente, medio país se acuesta cada día sin una comida caliente y el resto es pendiente de las noticias de farándula, reinados, jet set, Colombia sigue las órdenes de los medios de comunicación…
Ilusitración tomada de
www.lacolumnadepapel.blogspot.com
Es el momento más propicio para distraer al pueblo y hacerlo olvidar de sus necesidades y angustias personales, haciéndole creer que exaltando la belleza de las reinas de todos los departamentos se convoca a la “unidad nacional”, a sabiendas de que cada una de esas beldades representan una problemática y una situación económica y social similar o peor a la del departamento anfitrión. Qué ironía y qué tristeza.
El estado sigue dándole cocaína al pueblo colombiano, para que no nos preocupemos de los grandes problemas del país: inundaciones, paramilitares, narcotráfico, parapolítica, caudillismo, guerrilla, populismo, corrupción, repartición de puestos, primas para congresistas y subsidios para agradecer favores políticos, crímenes de estado, TLC, privatización de la educación y de la salud, minería a  cielo abierto, etc., etc., etc. Es una vergüenza; tenemos lo que merecemos.
Definitivamente la miopía no nos permite ver más allá… de las siliconas, las lipoesculturas y la banalidad… dónde está la sensibilidad social? Dónde está la solidaridad de todos nosotros y de los medios de comunicación que acuden cual borregos detrás de un certamen que está planteado para cosificar a las mujeres y embrutecer al pueblo?
No solo resulta excesivo el cubrimiento sino que precisamente como consecuencia de la exageración del mismo se agrede a la mayoría de Colombianos que impasibles dentro de su miseria, observa el derroche de dinero en un evento que hace rato debió desaparecer. Los reinados de belleza son una subvaloración de la mujer que es tomada por unos pocos para obtener grandes utilidades explotando el delirio que despiertan en un medio carente de principios, que se enseñorea con cosas superfluas e intrascendentes y que ignora los eventos trascendentes que diariamente golpean las estructuras del país.
Para un pueblo que necesita cultura se le patrocina la anticultura, el pueblo puede aguantar, los empresarios NO!

Reflexiones para analizar en la Semana de la Participación
Noviembre 18 a 22

· La educación de los ciudadanos en edad escolar es esencial para formar hábitos como pensamiento critico, sentido de lo humano más allá de intereses propios y respeto por la diversidad y pertenencia a colectivos múltiples. Sin embargo, sorprendentemente, los debates se reducen a lenguas, matemáticas y competencias tecnológicas. (Nussbaum 2077)
· Casi todos los filósofos de la modernidad se han preocupado por la educación, desde Rousseau o Jefferson, hasta Dewey, Rossell o Rabindranath Tagore o hasta Estanislao Zuleta y F. Tonucci, si queremos. No solo pensadores liberales, también marxistas como Gramsci o Freire llegaron a una conclusión parecida: no hay sociedad viable sin educación de un sujeto, crítico, imaginativo y empoderado para el cambio social.
· Sócrates fue condenado por el cargo de corromper a la juventud: enseñaba a pensar.

Para trabajar en la Dirección de Curso del Miércoles  20 en el marco de la 3a. Semana de la Participación
¿Cuál Ciudadano formar?
· Identidad: Pertenece a barrio, colegio, ciudad, nación, humanidad. Y también  género, cultura, etnia, orientación sexual.
· Dignidad y derechos: capacidad para exigirlos y valorarlos en cualquier circunstancia.
· Respeto por los derechos ajeno y propios
· Sensibilidad y manejo emocional.
· Sentido de la vida, el cuerpo y la naturaleza.
· Vida en común, convivencia, participación.

Disculpa... quieres intentarlo?
Tomado del Club de la Efectividad
La transformación implica un cambio de lenguaje. Al cambiar, tanto personas como organizaciones construyen un "nueva historia", donde lo que antes solía ser imposible... ya no lo es.
Pero ese cambio del relato tiene un componente esencial: la libertad. Con libertad, nadie puede poner palabras en nuestra boca, ni forzarnos al cambio. Sólo la libertad de cada cuál, de elegir su necesidad y sus palabras, hacen ese cambio posible.
Cualquier palabra que busque imponerse, no será más que -en el mejor de los casos- una "buena intención"... destinada al fracaso. Aunque pueda parecer algo "falto de tecnología", un buen proceso de cambio suele ser humilde y comenzar con cosas tan simples... como invitar y pedir permiso.

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