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lunes, 19 de julio de 2010

200 Años de Independencia?


200 años de Independencia...
 Guillermo Aníbal Márquez Cristo
            Otra vez el festival de la Independencia de Colombia. Se disparan los medios de comunicación para bombardearnos con los entretenimientos que los titiriteros de turno le ofrecen a los colombianos que asisten a estos carnavales, sin entender que este bazar de los idiotas nada tiene que ver con la celebración de una efemérides, sino con una idea hábilmente montada para explotar el sentimiento patrio e implantar falsos patriotismos, pese a la horrible tragedia en la cual está sumergida nuestra nación.
            ¿Cuál es la independencia que celebramos? ¿Acaso es que algún día hemos sido independientes? Una patria independiente y soberana nunca vota a millones de sus hijos lejos de su frontera, una patrias independiente no se doblega ante empresas y países extranjeros, una patria independiente no permite que sus hijos sean secuestrados, una patria independiente no permite las guerras intestinas dentro de sus fronteras; una patria independiente no puede admitir la pobreza,  la miseria ni el hambre entre sus hijos,  una patria independiente debe garantizar una vida digana a todos los nacionales; una patria independiente no permite que grupos al margen de la ley generen el desplazamiento de compatriotas de sus terruños y comarcas generando desarraigo y pérdida de identidad;  una patria independiente y libre no puede permitir la destrucción de su cultura, ni la aniquilación  de sus riquezas económicas, ni tampoco pude permitir que las multinacionales exploten nuestros recursos en forma inmisericorde.
            Una patria independiente no pude permitir que sus hijos vivan humillados, discriminados y rechazados en los diferentes lugares del mundo y menos en su territorio.
Una patria independiente no permite que países extranjeros violen su soberanía y establezcan bases militares para generar miedo, terror y angustia entre sus ciudadanos y sus vecinos.
            Un país así no puede celebrar ninguna independencia.
            Porque la verdad sea dicha, debemos celebrar la independencia cuando la democracia, la justicia, la libertad,  la paz, el respeto a la dignidad humana no sean palabrejas con las cuales tantos charlatanes de turno nos tratan de dorar la píldora
            Debemos celebrar la independencia cuando no exista persecución política ni económica, cuando haya garantías para  vivir una vida digna en la tierra que nos vio nacer. Debemos celebrar nuestra independencia cuando seamos capaces de sacudir los estereotipos de quienes nos oprimen. Cuando seamos capaces de defender la soberanía nacional y no cuando la entreguemos en acuerdos bilaterales y multilaterales a los estados que nos oprimen y subyugan.
            Poder celebrar en verdad y dignamente nuestra independencia es un compromiso de todos y de cada uno de nosotros. Hay  que tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos como hijos de esta patria inundada en sangre, llena de dolor y de angustia a la que pertenecemos y poco amamos. A menos que confundamos la efemérides patria con las reinas de belleza, y la rumba etílica con que los colombianos celebramos que una oligarquía corrupta y apátrida haya hecho posible la grave situación que estamos viviendo.
            No podemos ser inferiores a nuestras responsabilidades, debemos aprovechar las oportunidades que la vida nos depara para formarnos como hombres y mujeres de bien, capaces de construir un futuro pletórico de esperanzas donde el sueño de los gestores de nuestra nacionalidad  sea una realidad. Que mañana no seamos sindicados de cobardes por no haber sido capaces de ayudar a construir lo que otros destrozaron y aniquilaron.
            Solamente en la educación, la formación en valores y en un verdadero patriotismo fundado en la vocación de servicio está que mañana podamos con verdadero sentido cantar nuestro Himno Nacional al decir “cesó la horrible noche”.